Uno de los más maravillosos caminos que descubrí fue el de la Oración, una oración de amor que permite estar en sintonía con Dios.
Son muchas las ocasiones en las que me preguntan, ¿por qué no te cansas haciendo tantas cosas? La respuesta sería: es que mi día es un día de oración, y claro que tengo deberes, planes, y muchas más cosas, pero las hago en oración, «siempre en oración», sino de seguro estaría muy cansado y sin darle el sentido correcto a esas cosas. Para ello debemos tener la actitud de querer encontrarnos con Él, de permitirle que retome su propiedad que soy yo, y así, caminar sabiendo que Él me acompaña y dirige mis pasos. Seguro esto suena a algo complicado, difícil o hasta tonto, bueno, cada uno en su libre albedrío puede tomarlo o no, sólo hoy decidí publicar en mis memorias lo que siento puede ayudar a mis lectores, y si alguien desea ver mejor, respirar de verdad, soñar caminando... entonces, simplemente se trata de llevar una vida de oración hasta el final de nuestros días, solo así el sentido por el cual nos encontramos en este mundo será hallado, porque lo podremos vivir a plenitud en cada cosa que hagamos.
Que te parece si nos damos una oportunidad para hacer oración, eso significa ser sencillos y sensibles al momento de cerrar los ojos y dirigirnos a Él. Hagámoslo, es simple si queremos hacerlo, y seguro que con el pasar de los días tu corazón y tu mente se reordenarán para ordenar mejor la vida, las prioridades, la familia, la pareja, y sólo así nuestra presencia será de mucha bendición.
#rubenalejoconde
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