EL SIGNO DE LA CRUZ ✝
Muchas personas indican que la Cruz es esa carga pesada que hay que llevar en la vida, sea por causa de una enfermedad, del trabajo que cansa, de las tensiones y problemas que surgen. Si lo comentan dirán con autocompasión que esa es su triste cruz.
En el primer siglo la cruz significaba una forma de muerte dolorosa y humillante. Los romanos obligaban a los condenados a llevar su propia cruz para su crucifixión, o sea, era llevar el propio mecanismo de ejecución mientras se enfrentaba al ridículo por el camino a la muerte, y frente a todo esto puede sonar complicado recordar las palabras «el que quiera seguirme, tome su cruz y sígame».
Seguir a Jesús es fácil cuando la vida va muy bien; nuestro verdadero compromiso con él se revela durante las pruebas. Jesús nos aseguró que las pruebas vendrían a quienes le seguirían (Juan 16:33). El discipulado exige sacrificio, y Jesús jamás ocultó ese costo. «Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará» ( Mateo 16:25).
Estamos en tiempos de peleas constantes, donde no estamos dispuestos a perdonar, buscamos dañar y lastimar, si se puede uno hasta irá a matar, o frente a todo eso nada me importará si no me afecta. Cuando en la calle alguien roba nadie se mete, si alguien insulta nadie defiende, si el mundo se destruye no es de interés... vamos mal. Se huye de Dios para vivir fácil y sin problemas con ese alguien que me pide llevar mi cruz en humildad, con alegría, y abrazando la Cruz del otro para ayudarle aunque no lo hagan conmigo.
En este tiempo de Cuaresma, qué te parece si hacemos silencio y miramos la Cruz de Cristo? Seguro desea decirnos algo, te animas?
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