Toda mi infancia viví en Villa Adela, lugar donde el Padre Obermaier había llegado muy joven, mi casa estaba a unas 5 cuadras de la Parroquia Cuerpo de Cristo, aún no tan poblado, con grandes espacios para correr, jugar... todo para vivirlo al máximo con mi hermano Álvaro. Los profesores de religión hacían que participemos muy de cerca las actividades de la Parroquia, ahí vi a ese padrecito Alemán, grande y con un carácter especial, muy bueno, animoso para hacer grandes cosas, atento a la gente... y recibí los primeros grandes chorros de agua de sus manos. Recuerdo en Semana Santa a mi papá cargando la Cruz junto a los vecinos, y tantas anécdotas. Ya viviendo en La Paz me desconecté de allá, pero las circunstancias, los Proyectos que llevo adelante hicieron que esté en el Set de CVC en varias entrevistas con el Padre, y una última antes de que él falleciera recuerdo aún sus palabras de aliento «siga, no se canse, Dios bendice si se hace con amor», y así es.
Padre Obermaier es un modelo en mi vida, su entrega sincera a Dios hicieron que mi niñez madure en Cristo, y hoy soy fruto de esa misma entrega. Gracias Señor por haber puesto en mi vida, desde muy pequeño a personas Santas que me llevaron a Tí. Amén.
#rubenalejoconde
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